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martes, 22 de agosto de 2017

4- LA EVOLUCIÓN DEL PLANETA TIERRA: Aunando esoterismo y ciencia


            19-05-2017.-

            He aquí una nueva transmisión sobre “El Plan Divino”. En esta oportunidad ampliaremos y aclararemos conceptos esotéricos sobre EL ESQUEMA DE EVOLUCIÓN TERRESTRE. Estas aclaraciones podrán servir, especialmente, a los estudiantes que hayan estudiado el tema de los planes de evolución planetarios, las cadenas, las rondas o revoluciones, los ciclos raciales, etc., pero también podrán despertar el interés en estudiantes que recién se inician en el camino de la Teosofía.
            El enfoque esotérico de la evolución es “la base” y debe estar firme en la mente, pero ello no basta por sí mismo para comprender cabalmente la evolución de la Tierra. Decimos esto porque corrientemente los estudiantes de metafísica y teosofía, después de estudiar los conceptos clásicos de “cadenas”, “globos”, “rondas”, etc., creen entender todo, pero solo entienden la teoría en forma de pensamiento abstracto y simbólico, y cuando deben comparar sus teorías esotéricas con lo que la ciencia empírica ha descubierto, no pueden hacerlo…
            Existe en tales estudiantes una brecha que separa a la teoría esotérica de la ciencia; brecha que debe cerrarse aunando esoterismo y ciencia, y a ello contribuirá este corto mensaje instructivo.

            En esoterismo teosófico se afirma que un “esquema” o “plan” de evolución planetario es proyectado por un Espíritu Planetario o “Logos”. La esencia espiritual del Logos debe cumplir 7 “encarnaciones logoicas” (que son 7 cadenas de globos, como entenderá el estudioso). En las primeras de esas 7 encarnaciones logoicas, el Espíritu Planetario se  sumerge cada vez más en la densidad de la Materia, y cuando logra la mayor densidad material, el plan consiste en ir saliendo de la densidad a través de un mecanismo de ‘sutilización energética’, lo cual ha sido entendido como “elevación vibracional” o “ASCENSIÓN PLANETARIA”.

Diremos, para ser más precisos, que el Logos emplea 3 encarnaciones (3 Cadenas) en descender hacia la Materia, hasta llegar al más denso estado físico (estado sólido) en la mitad de la 4° encarnación logoica (4° Cadena). A partir de ese punto medio comienza el ascenso, “la ascensión”, la cual ocupará desde la segunda mitad de la 4° Cadena hasta el final de la 7° Cadena planetaria.
            Durante esta segunda mitad correspondiente a la ascensión del Logos, éste irá encarnando en cada Período en un planeta cada vez más sutil hasta alcanzar la esencia de su Vida Divina espiritual. En síntesis se diría que:  el Logos comienza el gran viaje de su Plan Evolutivo en la Vida Divina de Su Ser y, después de un recorrido experiencial de descenso y ascenso, regresa a Su Esencia Divina, pero en su regreso vuelve cargado de “tesoros de autoconsciencia”, lo cual lo catapultará a una gran Iniciación Logoica Planetaria, en espera de un nuevo plan evolutivo superior al precedente.
            La imagen de una espiral en el espacio podrá dar una idea de cómo suceden estos procesos de descenso (o ciclo involutivo) y de ascenso (o ciclo evolutivo) de los Espíritus Planetarios. (Ver estos conceptos en el BREVIARIO, de esta escuela).

            Esta ha sido una muy breve reseña de la teoría esotérica de la evolución de la Vida Divina a través de una serie de planetas. Cada Logos construye sus propios cuerpos de manifestación o ‘planetas’. Esto ocurre en todos los planetas, pero ahora nos estaremos centrando en el esquema evolutivo de la Tierra. Urantia, como se ha denominado al Logos de este planeta-escuela en su 4° encarnación (o 4° período catenario) ha apenas superado hace algún tiempo (en la época atlante) el punto más denso de su materialidad, es decir, el punto más “bajo” de vibración al cual podría acceder en su actual plan evolutivo logoico; y ahora está en franco ascenso, es decir, en escalada vibratoria hacia la Vida Divina. (Esto es mucho más complejo que lo dicho, pero con lo explicado bastará como bosquejo para la finalidad de esta instrucción).
            Pero… ¿Cómo llegó el Logos, que era Espíritu Puro, a este planeta tan material que denomináis “Tierra”…?
            En primer lugar hay que entender que un Espíritu Planetario es, en esencia, ESPÍRITU del Fuego Solar Central. Los planetas de vuestro Sistema Solar (Sistema de Ors o Monmatia) se formaron por desprendimientos de la masa incandescente del sol. Esto ya fue explicado en esta escuela… Esas enormes llamaradas solares salieron como bólidos gigantescos desde el interior del sol hace miles de millones de años. Los desprendimientos del sol fueron producidos por acontecimientos magnéticos astronómicos. Cada una de esas llamaradas solares son “Hijos del Sol” y conforman, esotéricamente, los chakras cósmicos del sistema solar. Cada uno de los chakras del sistema solar es un Ser o Espíritu Planetario (convertido en planeta) cumpliendo un proceso evolutivo propio dentro del Esquema Mayor del Sistema Solar. Por lo tanto, Urantia, es uno de los centros magnéticos del sistema solar. Cada chakra del sistema solar tiene su propio esquema o plan, como se vio, y estos chakras cósmicos están en puntos diferentes de sus procesos evolutivos. El planeta Venus, por ejemplo, está más adelantado en su plan evolutivo, que el de la Tierra. Ambos planetas se relacionan y vinculan entre sí, pero tienen ciclos independientes y particulares. Todos los planetas del sistema solar se interrelacionan entre sí y con el sol, pero tienen a la vez esquemas de evolución independientes, estando algunos más adelantados respecto de otros. Así mismo  ocurre con los chakras del ser humano, en quien cada centro se relaciona energéticamente con los demás para el funcionamiento armónico de todo el organismo energético humano, pero cada centro de energía posee su propia función particular dentro del esquema general y mayor.
            Ahora bien; después del desprendimiento de los gases ígneos del sol, cada Espíritu Solar tomó una órbita con respecto al sol y el lugar en esas órbitas se relaciona al tiempo del nacimiento del Espíritu Planetario, ya que no todas las llamaradas sucedieron en el mismo momento cósmico.
            Observemos un momento el proceso del Logos Terrestre desde el inicio de su plan. La 1° y 2° encarnación (o Cadenas) del Logos Planetario eran aún pura luz y gases solares etéreos. En esas dos primeras etapas el Logos fue bajando en vibración lentamente por el arco descendente. Bajar en vibración significa enfriarse y densificarse, pero este proceso fue ocurriendo muy lentamente, ocupando miles de millones de años. Estas dos primeras encarnaciones logoicas sucedieron en planetas que serían invisibles para la vista física del ser humano actual. En la 3° encarnación logoica, aún descendiendo hacia la materia física, los gases incandescentes comenzaron a solidificarse cada vez más, y es recién en la 4° encarnación logoica en la cual aparece “EL PLANETA FÍSICO”, conocido hoy como “la Tierra”. En lenguaje esotérico se conoce al actual planeta Tierra como el “Globo D”.
            La ciencia humana solo considera la fase material de la vida, ignorando aún las fases más sutiles que se estudian en Teosofía, y que, por supuesto, también son fases de la Vida.
            En resumen, el Logos Solar Planetario del plan evolutivo-Tierra, logró entrar en su planeta físico recién en su 4° encarnación (o 4° Período-Cadena). Las tres fases anteriores las ocupó en procesos de descenso vibratorio y fueron invisibles (para lo que sería la vista física actual), y los tres planetas posteriores (en ascenso) se volverán invisibles nuevamente al ojo físico (aunque las futuras humanidades que existirán en esos posteriores planetas estarán adaptadas y verán y percibirán como normal la vida en esas nuevas esferas planetarias).
            Bastará aclarar que existen situaciones de planes de evolución planetarios, en los cuales el Logos utiliza uno o más satélites para tomar vida evolutiva, antes de pasar al cuerpo mayor (al planeta mismo). Es por ello que a veces ocurre que el Fuego Logoico abandona (aunque no del todo) el planeta, el cual necesita experimentar procesos de reacomodación, y establece Su Vida en algún satélite planetario. Allí cumple un ciclo mientras el planeta es acondicionado por grandes Devas Cósmicos para el futuro ingreso del Logos nuevamente. Esto es lo que ocurrió en vuestro Esquema Evolutivo Terrestre en la Cadena anterior a la actual. La Luna fue el sitio de encarnación del Logos durante el 3° Ciclo Catenario (es decir, la 3° encarnación Logoica). Al finalizar ese ciclo (y después del reposo praláyico del Logos) éste entro en su nuevo Cuerpo de manifestación: el planeta físico “Tierra”. Allí está desde aquel tiempo y allí permanecerá hasta el final del actual 4° Período Catenario.

            El Anclaje de Energías que llegan desde el centro de la Vía Láctea y que pasan a través del sol del sistema solar, llegan al sol interior de la Tierra, a su Logos, y van logrando la gradual elevación vibracional necesaria en el proceso de Ascensión hacia el Espíritu Divino Solar. Gradualmente, el Logos logrará así recuperar su esencia pura al ir desprendiéndose de las costras materiales.
            La Humanidad, como tejido vivo de autoconsciencia y órgano físico-psíquico del Logos, es de vital importancia en este encumbrado ascenso. Por eso decimos:

            Cada alma humana es muy importante; cada uno de vosotros sois “tesoros del Logos”; sois sus hijos y también “los frutos de su propia siembra y evolución”.
Tomad consciencia de vuestra parte, porque “sois células vivientes del Logos” y chispas del Sol Central. Sois la esencia y el propósito de toda la Tarea evolutiva cósmica. Así de importantes sois, como “almas”.

            Interpretad bien nuestros dichos.
            En Luz y Paz:
AMANTES DEL COSMOS
           
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